Playa, Mar y Amor

08.04.2013 10:58

El mar,

poderoso gigante verde azul

estaba allí,

esperando por devorar tu cuerpo.

El sol poniente

empezaba a pintar acuarelas

en el cielo.

 

Tu presencia era

Un prolongado latido

presagiado por mis ansias.

Vino de uvas frescas

pan bendito

para mi hambre de soledades.

 

Cuánto  soñaron

mis sueños adolescentes

con la belleza de una sirena

que colmase mi corazón

encendido en ansias,

en  eternales noches,

en las que la pasión

asechaba bajo las cobijas,

en un silencio sin términos.

 

El mar estaba allí.

Allí tu cuerpo, piel trigueña

labios dulcificados

por bendecidas mieles.

Allí tu piel de diosa pagana.

 

El crepúsculo estallaba

en desordenados latidos

igual que mis entrañas.

Así soñaba tus besos.

Así soñaba tu amor.

 

 

 

Santa Verónica, Atlántico. Junio de 1992.